"Ahora va en serio", de José Raga (Déficit = 8 % PIB y no el 6% => + 33%)

http://www.libremercado.com/2011-12-30/jose-t-raga-ahora-va-en-serio-62600/
Gestionar mal, se dirá, es una estimación valorativa sobre la que cabe gran desacuerdo; aunque, para eso están los jueces. Pero es indubitada, sin embargo, la valoración que merecen las tropelías y los embustes. Falsear la situación presente y la previsión de la misma en el corto plazo, para poder seguir gastando a troche y moche, es una tropelía que debería ser perseguible de oficio. Prever hace un mes que el déficit de las cuentas públicas sería del seis por ciento del PIB, cuando, con suerte, alcanzará el ocho por ciento, un incremento del 33,33%, es un engaño que debería tener un coste personal y patrimonial para quien así lo pronosticaba y seguía gastando como si nada pasara. 
Nota de un amigo:
Efectivamente; porque como siempre, los que vamos a pagar el embuste y el derroche de estos años para enriquecimiento de algunos y obtención de votos de otros, somos los de siempre; ó sea los que estamos en nómina y (esos peor) los que han ido al paro. Este es el concepto que por desgracia tienen nuestros políticos de la "democracia".
Quitar el gasto inútil como diecisiete parlamentos (en un país que es la mitad del estado de Texas) ó setenta y tantas universidades, más de la mitad inútiles, ó tantas empresitas públicas al amparo de administraciones regionales ó locales que no se sabe bien para qué sirven ó tantos "asesores a dedo" ó tanta oficina de "representación diplomática" de Comunidades Autónomas, ó luchar decididamente contra la evasión fiscal ó controlar más y mejor a quienes se les da dinero público (PER, etc...); con ello se destinarían suficientes recursos para ir pagando la descomunal deuda del Estado en su conjunto y también para inversiones reales que activarían el empleo y la economía.
Por desgracia eso no se hace porque lo fácil es lo otro; eliminar las inversiones, bajar sueldos a los funcionarios de carrera y subir el IRPF a los que aún tenemos (y demos gracias) una nómina. Pero para hacer lo otro y gestionar como requeriría una democracia real y decente, hay que saber, querer y echarle coraje cívico y por desgracia a nuestros políticos les faltan las dos últimas cosas y en bastantes casos también la primera.
Hay que luchar contra el fraude fiscal y la economía sumergida, eliminar todos los gastos inútiles de tantos organismos y departamentos públicos que se solapan unos con otros en este desbocado “Estado de las Autonomías” con 17 Parlamentos y Gobiernos Autónomos, Diputaciones Provinciales, Servicios Territoriales, Delegaciones Provinciales de la Administración del Estado, Empresas Públicas que se repiten por cada Comunidad Autónoma, “Representaciones diplomáticas” de Comunidades Autónomas, tropecientas universidades, Asesores nombrados a dedo en perjuicio de funcionarios de carrera que al menos demostraron su competencia a través de una oposición, gastos de representación inútiles multiplicados por los innumerables cargos públicos existentes, etc…etc…etc