Provoca estupor que un político, Fiscal de carrera, pueda estar involucrado en un delito de colaboración con banda armada. El Sr Camacho es Fiscal de carrera además de número dos de Interior
El asunto conocido como Faisán, planteado de un modo directo y lineal, espeluzna. De acuerdo con las acusaciones los hechos consisten en colaboración con la banda armada ETA, responsable de miles de asesinatos de inocentes. La gravedad cualitativa reside en que esa colaboración proviene del Ministerio del Interior, es decir, de quiénes asumen como cometido la seguridad de los españoles. La colaboración habría consistido, siempre según el relato acusatorio, en advertir a los miembros de la banda que se preparaba una operación de localización y captura de miembros de la organización dedicados a lo que se llama la trama financiera, es decir, la recaudación extorsionadora de fondos a empresas y particulares para seguir financiando las actividades criminales. En síntesis: el mundo al revés.
Algo semejante merecería una investigación a fondo. Los hechos parecen indicar que el Fiscal General del Estado, Conde Pumpido y el Fiscal que actúa de modo directo en el caso -tal vez por orden del primero- entendieron que no procedía la investigación por carecer de elementos fácticos suficientes. El Juez Garzón, actualmente sometido a tres procesos penales por prevaricación presunta, accedió a las peticiones de los miembros de la Fiscalía y archivó el caso. Pero no consiguió su propósito. La Audiencia Nacional ordenó continuar la investigación.
Ahora un Juez no solo continúa sino que además eleva el procedimiento a la categoría de sumario y nada menos que por el delito de colaboración con banda armada. Y los tres primeros imputados son, al parecer, personas encuadradas en la estructura del Ministerio de Interior. Parece realmente increíble.
Pero lo peor apareció ayer, al menos lo peor hasta el momento. Uno de los teléfonos implicados parece ser el del número dos de Interior, el Secretario de Estado, el Sr. Camacho. Ya es grave, muy grave, algo así. Pero resulta que el Sr Camacho es Fiscal, es decir, alguien que, según su Estatuto, debe dedicarse a la defensa de la legalidad. Los Fiscales ejercen la acción penal pública para defender a los ciudadanos frente al terrorismo.
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