Antonio Ruiz del Árbol - Madrid - 02/05/2011
Luis Sahún reconoce que sus reiteradas críticas al modo como se ha producido la transición a la televisión digital en España, son "opiniones de parte". No en vano ocupa una posición destacada en SES Astra, un gigante global que gestiona 44 satélites. Pero, cuando se cumple un año del apagón analógico, cree que el paso del tiempo le da la razón. Para un país que ambiciona acceder cuanto antes a la sociedad de la información, "hacer una apuesta a todo o nada en favor de la televisión digital terrestre TDT nos conduce a un callejón con difícil salida". Afirma que una "planificación más abierta del proceso nos hubiera otorgado una posición de ventaja y ahorros en la cuantía de los recursos utilizados". Internet es un reto para el modo tradicional de ver la televisión hasta el punto que hay quien augura su extinción. La digitalización se ha impuesto en la televisión. Pero no solo en la captación de imágenes, sino también en la difusión; se han logrado grandes eficiencias. El satélite está en vanguardia en los proyectos de futuro de alta definición y 3D. En Europa, Astra gestiona 220 canales en alta definición y en España Digital Plus comercializa 21 canales. La TDT ha quedado estancada y no incorpora las mejoras en la calidad de la señal y en interactividad, no porque la tecnología no exista, sino porque es caro modernizar los elementos de la red.
España completó hace un año el despliegue de TDT. ¿Tampoco tiene planes de modernización?
Los radiodifusores ensayan canales en alta definición. La tecnología que se utiliza es la inicial y, que yo sepa, no existen planes para su adaptación.
¿Ocurre lo mismo en otros países?
El Reino Unido, Italia y Suecia se han embarcado en emisiones con estándares de TDT más avanzados y consiguen algunas eficiencias. En el resto de Europa, igual que en España, se comprometen avances pero no se llevan a la realidad porque es muy costoso.
La TDT tiene dificultades para ofrecer contenidos atractivos.
Son las servidumbres del modelo que se ha elegido. Se han utilizado todas las frecuencias disponibles para dar canales al mayor número posible de radiodifusores. En principio, la expectativa era que a través de la TDT se darían servicios de televisión en movilidad, interactividad… ¿En qué ha quedado? Hemos asistido a una pura traslación de emisiones analógicas a otras digitales. Hoy cada programación es de su padre y de su madre y no hay ni orden ni concierto. En resumen, que el modelo de TDT elegido favorece la cantidad pero con una calidad más que dudosa.
¿Qué podemos esperar del satélite para las emisiones en 3D?
El satélite no tiene problemas de capacidad. Astra cuenta con canales de 3D en pruebas y alguno de nuestros clientes ofrece emisiones regulares. La rapidez de la implantación, no obstante, depende de factores externos: las pantallas, el uso de gafas, etc. Cada vez hay más contenidos y las productoras estadounidenses logran el 50% de sus ingresos con la explotación de productos 3D.
¿Y en la TDT?
Su problema es que tiene restricciones de capacidad. Tal como se han distribuido los múltiples en España, cada radiodifusor tiene uno para un máximo de cuatro canales. En el momento en que quieran hacer alta definición será a costa de eliminar otras señales. Y si optan a 3D el proyecto es inviable: una señal consumiría todos sus recursos.
Se acusa a Astra de embarcarse en España en una guerra industrial y legal por dar el transporte en la extensión de la TDT, cuando en otros países se desprecia esta actividad.
Es incierto que no sea parte de nuestra actividad. En varios países nos hemos presentado a concursos para que se nos adjudicaran estos servicios; lo que ha ocurrido es que no los hemos ganado. Pero curiosamente hace pocos días se nos adjudicó una licitación en Italia para un servicio de este tipo.
¿Cree que los servicios de satélite son eficientes en un país como España con fuerte peso autonómico?
En demarcaciones territoriales pequeñas la difusión por satélite no es tan operativa como la distribución por redes terrenas. Pero me permito hacer un apunte: si a nivel nacional nos parecen demasiados los canales que se ofrecen a través del paraguas de la TDT, cuando ahondamos en el tema local y autonómico la proliferación de canales convierte en impracticable su viabilidad económica.
También se acusa a Astra de no crear valor industrial en España.
Astra es una compañía global que lanza cada año cuatro satélites de telecomunicaciones. Partes cruciales de estos nuevos ingenios se fabrican en España, en la factoría que el fabricante europeo EADS tiene en Getafe. Se olvida que ha promovido el 80% del movimiento de antenización en buena parte de las comunidades de vecinos del país, con la actividad económica que genera. Eso también supone aportar valor.
"La demanda del segundo dividendo digital es imparable"
¿En qué situación quedará la TDT tras la migración de frecuencias que se plantean en los concursos del dividendo digital que ha puesto en marcha el Gobierno?
El dividendo digital, finalmente, arrinconará a la TDT a una parte del espectro UHF en la que cada vez va a estar más constreñida la capacidad para desarrollar nuevos servicios. Esto es, que los servicios de 3D difícilmente van a poder desarrollarse en TDT y la alta definición se producirá de manera discreta y con pocos canales.
¿No exagera al afirmar que la migración de la TDT en el espectro terminará por colapsar su servicio?
No lo digo yo solo. Hay informes prestigiosos encima de la mesa para soportar esta perspectiva. La Comisión Europea se plantea este escenario como consecuencia de la aplicación del dividendo digital. Asume que el espectro en UHF es muy valioso para otros servicios distintos de la televisión, como la banda ancha en movilidad. Hay un montón de operadores de telefonía que están interesados en el desarrollo de los servicios de banda ancha. Proliferan en el mercado aparatos como las tabletas, los smartphones, que han disparado el mercado de datos en movilidad y existe una fuerte presión en favor de que se libere el espectro necesario para dar soporte a estos servicios. La conclusión a la que llega la Comisión Europea es que hay que liberar la parte de espectro radio eléctrico, precisamente el que hoy ocupa la TDT.
El primer dividendo digital ya es una realidad en marcha, pero ahora hay presiones para que se lance una segunda migración de espectro.
Hay consenso en Europa para que se liberen los 100 primeros megahercios. Pero ya hay empresas y Estados en Europa que dicen que estos megahercios no van a ser suficientes y ya hablan de un segundo dividendo digital. De hecho el Parlamento Europeo se ha pronunciado y en junio votará en pleno en Estrasburgo un plan para adelantar a 2013 la ejecución del primer dividendo y lanzar un segundo dividendo para antes de 2015 que libere otra nueva tanda de frecuencias.
¿Ocurre lo mismo en otros países?
El Reino Unido, Italia y Suecia se han embarcado en emisiones con estándares de TDT más avanzados y consiguen algunas eficiencias. En el resto de Europa, igual que en España, se comprometen avances pero no se llevan a la realidad porque es muy costoso.
La TDT tiene dificultades para ofrecer contenidos atractivos.
Son las servidumbres del modelo que se ha elegido. Se han utilizado todas las frecuencias disponibles para dar canales al mayor número posible de radiodifusores. En principio, la expectativa era que a través de la TDT se darían servicios de televisión en movilidad, interactividad… ¿En qué ha quedado? Hemos asistido a una pura traslación de emisiones analógicas a otras digitales. Hoy cada programación es de su padre y de su madre y no hay ni orden ni concierto. En resumen, que el modelo de TDT elegido favorece la cantidad pero con una calidad más que dudosa.
¿Qué podemos esperar del satélite para las emisiones en 3D?
El satélite no tiene problemas de capacidad. Astra cuenta con canales de 3D en pruebas y alguno de nuestros clientes ofrece emisiones regulares. La rapidez de la implantación, no obstante, depende de factores externos: las pantallas, el uso de gafas, etc. Cada vez hay más contenidos y las productoras estadounidenses logran el 50% de sus ingresos con la explotación de productos 3D.
¿Y en la TDT?
Su problema es que tiene restricciones de capacidad. Tal como se han distribuido los múltiples en España, cada radiodifusor tiene uno para un máximo de cuatro canales. En el momento en que quieran hacer alta definición será a costa de eliminar otras señales. Y si optan a 3D el proyecto es inviable: una señal consumiría todos sus recursos.
Se acusa a Astra de embarcarse en España en una guerra industrial y legal por dar el transporte en la extensión de la TDT, cuando en otros países se desprecia esta actividad.
Es incierto que no sea parte de nuestra actividad. En varios países nos hemos presentado a concursos para que se nos adjudicaran estos servicios; lo que ha ocurrido es que no los hemos ganado. Pero curiosamente hace pocos días se nos adjudicó una licitación en Italia para un servicio de este tipo.
¿Cree que los servicios de satélite son eficientes en un país como España con fuerte peso autonómico?
En demarcaciones territoriales pequeñas la difusión por satélite no es tan operativa como la distribución por redes terrenas. Pero me permito hacer un apunte: si a nivel nacional nos parecen demasiados los canales que se ofrecen a través del paraguas de la TDT, cuando ahondamos en el tema local y autonómico la proliferación de canales convierte en impracticable su viabilidad económica.
También se acusa a Astra de no crear valor industrial en España.
Astra es una compañía global que lanza cada año cuatro satélites de telecomunicaciones. Partes cruciales de estos nuevos ingenios se fabrican en España, en la factoría que el fabricante europeo EADS tiene en Getafe. Se olvida que ha promovido el 80% del movimiento de antenización en buena parte de las comunidades de vecinos del país, con la actividad económica que genera. Eso también supone aportar valor.
"La demanda del segundo dividendo digital es imparable"
¿En qué situación quedará la TDT tras la migración de frecuencias que se plantean en los concursos del dividendo digital que ha puesto en marcha el Gobierno?
El dividendo digital, finalmente, arrinconará a la TDT a una parte del espectro UHF en la que cada vez va a estar más constreñida la capacidad para desarrollar nuevos servicios. Esto es, que los servicios de 3D difícilmente van a poder desarrollarse en TDT y la alta definición se producirá de manera discreta y con pocos canales.
¿No exagera al afirmar que la migración de la TDT en el espectro terminará por colapsar su servicio?
No lo digo yo solo. Hay informes prestigiosos encima de la mesa para soportar esta perspectiva. La Comisión Europea se plantea este escenario como consecuencia de la aplicación del dividendo digital. Asume que el espectro en UHF es muy valioso para otros servicios distintos de la televisión, como la banda ancha en movilidad. Hay un montón de operadores de telefonía que están interesados en el desarrollo de los servicios de banda ancha. Proliferan en el mercado aparatos como las tabletas, los smartphones, que han disparado el mercado de datos en movilidad y existe una fuerte presión en favor de que se libere el espectro necesario para dar soporte a estos servicios. La conclusión a la que llega la Comisión Europea es que hay que liberar la parte de espectro radio eléctrico, precisamente el que hoy ocupa la TDT.
El primer dividendo digital ya es una realidad en marcha, pero ahora hay presiones para que se lance una segunda migración de espectro.
Hay consenso en Europa para que se liberen los 100 primeros megahercios. Pero ya hay empresas y Estados en Europa que dicen que estos megahercios no van a ser suficientes y ya hablan de un segundo dividendo digital. De hecho el Parlamento Europeo se ha pronunciado y en junio votará en pleno en Estrasburgo un plan para adelantar a 2013 la ejecución del primer dividendo y lanzar un segundo dividendo para antes de 2015 que libere otra nueva tanda de frecuencias.
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