¿Elecciones generales anticipadas?, según Mario Conde

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¿Elecciones generales anticipadas?
SI se produce la catástrofe que predicen las encuestas para el PSOE, desde Europa presionarán para que se convoquen elecciones generales anticipadas. Finaliza, según la ley, el lapso temporal en el que se permite la publicación de encuestas referidas a los resultados electorales. Solo queda esperar a que el día 22 nos muestre lo real, y comprobar si se corresponde o no con lo estimado. Tenemos experiencia de que los sondeos y los resultados no siempre son coincidentes. Muchas razones técnicas pueden explicar el desfase, pero sobre todo una: la hora de la verdad llega en el momento de depositar la papeleta en la urna, o de abstenerse de hacerlo. Hasta ese instante prima lo emocional por encima de cualquier otra consideración. Se puede responder a una encuesta con un “no votaré” o “votaré a este partido”, y llegado el día mantener un comportamiento diferente. No es demasiado usual, es cierto, pero como las elecciones se juegan en un número relativamente pequeño de votos, dada la estructura rígida del voto a los grandes partidos, esas pequeñas variaciones pueden producir resultados de envergadura.
Pues al día de hoy todas las encuestas muestran que el PSOE se enfrenta a algo mas que una derrota. Se habla de descalabro, catástrofe y términos parecidos para calificar lo que previsiblemente tendremos con nosotros en la noche del 22 de Mayo. Poco margen queda para que esas encuestas se vean destrozadas por la realidad. Y es que lo sucedido en España en estos años ha provocado un deterioro sin precedentes en la vida ciudadana y eso, lógicamente, tiene que traducirse en consecuencias políticas. Y el responsable tiene que ser el que gobierna. Así son las cosas. Poco importa que existan o no factores subyacentes de crisis procedentes de gobiernos de otro color. La responsabilidad de gestionarlos es siempre de quien ostenta el poder. Y pocas dudas quedan de que, en cualquier caso, el Gobierno gestionó mal, muy mal la crisis. Cuando comenzó a adoptar medidas presionado desde el exterior, el grado de deterioro era ya muy elevado. Y, además, a los empresarios en quiebra o a los parados les importan poco las explicaciones técnicas que se quieran darles. Les importa su situación. Y alguien tiene que responder por el desaguisado. Y este alguien es el Gobierno. Por ello tiene lógica que en la noche del 22 de Mayo las previsiones de las encuestas se conviertan en realidad de la vida política.
Somos conscientes de que la valoración de la alternativa no es demasiado alta. También lo dicen las encuestas- Pero está funcionando la tesis del mal menor que reclama cambiar las cosas porque a peor no podemos ir, visto lo visto en tantos campos de la vida ciudadana. Nos queda la incógnita de la abstención. No soy capaz de predecir si muchos se abstendrán o votarán en blanco o voto nulo. Hay estimaciones para todos los gustos. Como queda una semana, mejor esperar que aventurar.
La cuestión es: si se produce una derrota abultada, un desastre electoral para el PSOE; ¿se convocarán elecciones generales anticipadas?. En pura lógica no queda mas remedio que responder afirmativamente. Un gobierno deteriorado por un resultado electoral de catástrofe, tiene una legitimidad muy dañada para seguir gobernando en un momento en el que se tienen que adoptar medidas muy duras para intentar corregir el rumbo de nuestra economía. La confianza es absolutamente básica en todos los terrenos y de manera muy especial en el de la economía. Por eso se publican estadísticas de confianza empresarial y ciudadana. Si el gobierno carece de confianza es muy difícil que pueda adoptar medidas eficaces.
¿Convocarán, entonces, elecciones?. Esto es ya otro asunto. A los que gobiernan, sean del color que sean ,esas cosas no les gustan. Se aferran al poder, intentan hacer algo que corrija la percepción ciudadana, mueven sus fichas de cara a las siguientes elecciones. Esto sucede porque la clase política tiene mas un proyecto de poder que un proyecto de país. Así que no esperemos que como primera medida se atienda a la lógica. Pero nuestra deuda exterior puede corregir esta situación. Me refiero a que los extranjeros que presionaron para que se adoptaran determinadas medidas, seguirán preocupados por su créditos contra España y comprenderán que el alargar la situación después de una catástrofe electoral no es lo mas saludable para que sus créditos resulten finalmente pagados. Así que volverán a presionar y eso ya es harina de otro costal. Si lo hacen con fuerza no le quedará al gobierno mas remedio que convocar las elecciones. Bien, pero todo esto lo construimos sobre dos premisas: alta participación electoral y victoria arrolladora de la alternativa. Si alguna de ellas falla, que no parece según las encuestas, entonces tendríamos un escenario muy diferente. Pero como es improbable, muy improbable que se de, no merece la pena comentarlo ahora.