Arcelor-Mittal está sopesando extender a la acería de Veriña la regulación de empleo que va a afectar a los trabajadores del tren de carril. La caída de pedidos de raíles especiales para el AVE ha llevado a la multinacional siderúrgica a programar la práctica paralización de la producción en el tren de carril para los meses de agosto y septiembre. La regulación de empleo en este taller afectará a unos 200 trabajadores de los 250 de la instalación. Si se extiende la regulación a la acería, los afectados serán sus 400 operarios, de manera rotativa. La decisión al respecto puede aún tardar en sustanciarse, debido a que la producción de la acería va a estar paralizada en las próximas semanas por la obras. La acería de Arcelor en Gijón ya va a dejar de producir a las seis de la mañana de hoy, viernes, debido a las obras que se inician a esa hora para reemplazar uno de los dos convertidores (grandes recipientes en los que mediante procesos químicos se convierte el hierro fundido en acero), construido en 1970, por otro nuevo. Estas obras obligarán a paralizar la producción de la acería durante 95 días a lo largo de los próximos siete meses. En esta primera fase de las obras, serán 50 las jornadas en las que se verá afectada la instalación. Por este motivo, si finalmente por la crisis del carril es necesaria una regulación de empleo en la acería, ésta tendrá una duración sensiblemente menor. ...
Otra cuestión que se tendrá que dilucidar en los próximos días es si la paralización parcial de la producción de Arcelor-Mittal afecta también a los hornos altos de Veriña, desde los que se suministra el arrabio (hierro fundido con carbono) que se transforma en las dos acerías del grupo en Asturias, ubicadas respectivamente en sus instalaciones de Gijón y de Avilés.
Los hornos altos de la factoría gijonesa ya tenían prevista una parada técnica de dos semanas a lo largo del próximo mes de septiembre. Representantes sindicales consideran que la paralización de uno de los tres talleres de laminación de Gijón por sí sola apenas afectará a la actividad de los hornos altos. Cuestión distinta es si se originan situaciones similares, por falta de carga de trabajo, en otras instalaciones acabadoras tanto de la factoría de Gijón como de la de Avilés.
Las mismas fuentes señalan que los hornos altos de Gijón no dan abasto para producir todo el acero que requerirían los talleres de laminación de la siderurgia asturiana cuando están a pleno rendimiento, una situación que ha llevado en varias ocasiones a la dirección de Arcelor-Mittal a decantarse por importar acero semielaborado de otras factorías europeas de la multinacional para cubrir las necesidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario