A partir del próximo mes de enero de 2012 el gobierno portugués cerrará o dejará sin servicio de viajeros unos seiscientos kilómetros de líneas para aumentar la sostenibilidad financiera del transporte ferroviario, tal como estaba previsto en el acuerdo alcanzado por el anterior gobierno luso con la troika comunitaria que tutela la economía portuguesa tras la intervención.
Las medidas de racionalización de la red ferroviaria incluidas en el Plan Estratégico de Transportes van a suponer el cierre del ramal a Cáceres: Torre das Vargens-Marvão (65 kilómetros).
Otra de las medidas de ahorro previstas, es la reorganización del tren Sud Expresso (Lisboa-París) que, desde 1887, enlaza Lisboa y París, y del Lusitania Expresso (Lisboa-Madrid), que conjuntamente arrojan unas pérdidas anuales a CP de siete millones de euros.
El Lusitania Expreso (Lisboa-Madrid) dejará de circular por el ramal de Cáceres y la frontera de Marvao, para hacerlo por la frontera de Beira Alta, Salamanca y Valladolid. Los pasajeros de Lisboa cambiarán de tren a uno español en Valladolid para ir a Madrid y mientras el tren portugués seguirá camino desde Valladolid hacia París (Sud Expresso).
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