"Es natural en el pueblo no engañarse más que raras veces al elegir las personas más dignas para los cargos públicos, aunque puede errar fácilmente en el juicio de las cosas para que estas personas puedan merecer o no su elección.
El Legislador prudente no debe, por consiguiente, eludir nunca el juicio popular en lo que concierne a la distribución de los grados y dignidades; pero que no se olvide que la capacidad de la inteligencia se limita a comprender lo que hay de sensible en los hechos. Cuando es preciso discurrir, el pueblo no sabe ya más que ir a tientas en la oscuridad.Para que los tributos se repartan con igualdad, es menester que las leyes, y no los hombres, hagan su repartición."
Libro de "El Príncipe" de Nicolás Maquiavelo, comentado por Napoleón Bonaparte, de Colección Austral, páginas 166-167, en capítulo "Del genio del pueblo en general.
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