Túnez, Egipto, ¿Marruecos mañana?. ‘El pueblo pide libertad’. ‘El pueblo exige democracia’. Claro, pero Egipto lleva inmerso en una dictadura desde hace siglos, con su actual presidente treinta años, sin embargo, ni hace un par de años, ni hace diez, la ciudadanía egipcia exigió democracia. Pueden hacerse todos los análisis geopolíticos que se quieran pero la realidad es que el pueblo egipcio se ha echado a la calle cuando el precio del cereal se ha disparado, lo mismo que en Túnez.
A partir de ahí el pueblo ha sido más consciente -de lo que ya era- de que está sumido en la miseria: la tasa de pobreza -egipcia- en Egipto supera el 40% y el subempleo (¿se imaginan como debe ser el subempleo en Egipto?) puede superar el 60% de la población. A esa gente -¿qué expectativas tiene esa población?-, al egipcio medio, no le quedaba casi nada y, encima, sube el precio del cereal, ¿la salida natural?, el motín.
Ahora se le darán a esas revueltas las interpretaciones que se les quiera dar, y se beneficiarán de ellas quienes tienen capacidad de mover los hilos de las mismas, como en Francia: fueron los sans-culottes quienes tomaron la Bastille, y les Tuileries y fueron sans-culottes los que murieron en la Revolución, pero fue la Bourgeoisie quien de ello se benefició, ahora sucederá lo mismo; pero si la crisis de 1787 no hubiese tenido lugar, los hechos que precipitaron el declive del Anciene Régime se hubieran desarrollado de otra manera, ¡seguro!: la crisis del 87 agudizó el sentimiento de miseria del pueblo francés; como ahora en Egipto y en Túnez, de momento.
¿La solución?, ni idea. De lo esencial, la demanda es muy superior a la oferta, y la disponibilidad de commodities, su acceso, es el que es. A partir de aquí …
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