ECLESIÁSTICO, Capítulo 13, 1-23 | ||
1 | El que toca lo impuro, se mancha, y el que convive con el orgulloso se hará como él. | |
2 | No tomes sobre ti carga superior a tus fuerzas, ni trates con los que son más poderosos y ricos que tú. | |
¿Por qué juntar cántaro con el caldero? Éste le chocará y aquel se romperá. | ||
3 | El rico hace injusticias y se gloría de ello; el pobre recibe una injusticia y encima ha de excusarse. | |
4 | Mientras le seas útil se servirá de ti; cuando no valgas nada, te abandonará. | |
5 | Si tienes bienes, vivirá contigo, pero te despojará sin fatigarse él. | |
6 | Si le eres necesario, te adulará, te sonreirá y te dará esperanzas, te dará bellas palabras y te dirá: “¿Qué quieres? ¿Qué te hace falta?” | |
7 | Te confundirá y avergonzará con sus festines hasta despojarte por dos y tres veces, y al final se burlará de ti. Después de esto, si te ve, al verte pasará de largo, negándote. | |
8 | Guárdate de dejarte engañar, y de ser humillado como un estúpido. | |
9 | Cuando te llame un poderoso, quédate a distancia, que tanto más te llamará. | |
10 | No te acerques tú, no sea que te rechace; pero no te quedes muy lejos, para no ser olvidado. | |
11 | No pretendas hablar con él de igual a igual, ni te fíes de sus muchas palabras, porque con su mucho hablar te pondrá a prueba y sonriendo te examinará y te sonsacará. | |
12 | Es un infame quien falta a su palabra y no te ahorrará ni golpes, ni cadenas. | |
13 | Estáte atento y guárdate mucho, porque la desgracia te ronda. | |
15 | Todo viviente ama a su semejante, y el hombre a su prójimo. | |
16 | Toda carne se une a los de su especie, y el hombre a su semejante. | |
17 | ¿Para qué unir el lobo con el cordero? Pues lo mismo es unir al pecador con el piadoso. | |
| ¿Qué paz puede haber entre hiena y perro? Pues así entre el rico y el pobre. | |
19 | El asno salvaje es presa del león en el desierto; así también los pobres son pasto de los ricos. | |
20 | Abominable es para el soberbio la humildad, así para el rico es abominación el pobre. | |
21 | El rico, si vacila, es sostenido por los amigos; pero el pobre, si cae, es rechazado aun por sus amigos. | |
22 | Si tropieza el rico muchos le ayudan y aunque diga estupideces lo justifican. | |
Pero si resbala el pobre, se le reprocha, y si proclama cosas sensatas y razonables, no se le hace caso. | ||
23 | Habla el rico, y todos callan y ponen por las nubes su discreción. | |
Pero habla el pobre y dicen: ¿Quién es éste? Y si se equivoca, todos se le echan encima. |
domingo, 27 de marzo de 2011
FRECUENTAR A LOS IGUALES
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