ECLESIÁSTICO Capítulo 4, 1-10 | |
1 | Hijo mío, no prives al pobre del sustento, ni dejes en suspenso los ojos suplicantes. |
2 | No entristezcas al que tiene hambre, no exasperes al hombre en su indigencia. |
3 | No irrites al corazón ya irritado, ni hagas esperar la dádiva al mendigo. |
4 | No rechaces al suplicante atribulado, ni apartes tu rostro del pobre. |
5 | No apartes del necesitado tus ojos, ni des a nadie ocasión de maldecirte, |
6 | Pues si te maldice en la amargura de su alma, su Hacedor escuchará su oración. |
7 | Hazte querer por la asamblea, y humillate ante los grandes. |
8 | Inclina al pobre tus oídos, responde a su saludo de paz con palabras amables. |
9 | Arranca al oprimido del poder de su opresor y no te acobardes al juzgar y hacer justicia. |
10 | Sé para los huérfanos un padre, cual marido para la madre de éstos. |
Y serás como un hijo del Altísimo, y Él te amará más que tu madre. |
domingo, 27 de marzo de 2011
CARIDAD PARA CON LOS POBRES
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