http://es.wikipedia.org/wiki/Abogado_del_diablo
Abogado del Diablo (Advocatus Diaboli) = Promotor de la Fe (Promotor Fidei) = Promotor de la Justicia (Promotor Iustitiae). En el Diccionario Real Academia Española RAE se define como Contradictor de Buenas Causas. El oficio de este Abogado del Diablo es objetar, exigir pruebas y descubrir errores en toda la documentación aportada del presunto candidato a los altares como beato o santo.
Enfrentado al Abogado del Diablo aparece el Abogado de Dios (Advocatus Dei) = Abogado del Ángel (Advocatus Angeli). Su papel de opositor le encarga el defender la autenticidad de las virtudes del que será propuesto como modelo a imitar por el pueblo católico, con cierto escepticismo.
En las Empresas Públicas sería bienvenido un "Promotor de Buenas Inversiones Públicas" apto para oponerse y argumentar en contra de TODOS Y CADA UNO de los Proyectos de Inversión Pública propuestos a la Empresa Pública, y apto para poner a prueba la necesidad de dicha Inversión. Para ello se requiere contar con un Abogado del Diablo escéptico, capaz de profundizar en la calidad del argumento original y capaz de identificar las debilidades del razonamiento de la parte contraria. La parte contraria son los "optimistas derrochadores del dinero público".
Nota de un amigo:
Buena idea si le dejasen ser verdaderamente independiente, fuese un profesional competente, responsable, honesto y fuerte para resistir presiones, y por supuesto, su opinión tuviera efectos vinculantes en el caso de demostrar la inutilidad, no conveniencia ó imposibilidad de asumir el riesgo financiero de la inversión. Así se trabaja en empresas serias, y aunque no siempre se acierta, se evitan muchas barbaridades. Lo malo es que a la mayoría de los políticos no les gusta la idea. La Iglesia Católica es sabia. Sabe que tiene que contar con un Contrapeso/Contrapoder para oponerse a la Irresponsabilidad. Muchas veces, dar tiempo al tiempo, es lo más conveniente para frenar una locura. Muchas veces, la rapidez en las decisiones, se debe a intereses bastardos, y no a la defensa de los legítimos intereses de la empresa
No hay comentarios:
Publicar un comentario