El despertador comenzó a sonar. El sueño profundo dio paso a una semiconsciencia.
"Pero si hoy es sábado!, Maldita sea! “ dijo Javier, dándose cuenta de que no lo había desconectado.
No sospechaba que ese día iba a ser especial. Parecía un sábado más. Sin embargo un recuerdo le sobresaltó: "María, ¿Has ido al centro comercial a por el ordenador?”, Preguntó, dubitativo.
"No, no he podido; estuve muy liada ayer y no he tenido tiempo", dijo María a medio bostezar, dirigiéndole una mirada de sorna. Llevaban más de un mes con problemas con el dichoso ordenador. Recién comprado se estropeó la pantalla y gracias a la garantía se pudo cambiar. Pero ahí no acabó la cosa. Poco después falló también la impresora. Más tarde la CPU. Todo parecía estar gafado en ese PC. Cansado de tantas averías, Javier lo llevó en mano al servicio de reparaciones pos-venta.. Ayer le habían avisado que ya podía pasar a recogerlo.
"Iré yo a por él" dijo Javier desganado. Se duchó y tras desayunar, salió de casa y se dirigió al aparcamiento. Al llegar a su plaza, observó con incredulidad que su coche no estaba.
"Maldita sea, me lo han robado, !Qué cabronada!", Exclamó, indignado, tras el desconcierto inicial.. Poco a poco, sin embargo, se fue haciendo cargo de la situación y decidió ir por partes. Ya habría tiempo de denunciar el robo el coche; primero tenía que resolver lo del ordenador. Y se dirigió andando al centro comercial.
Un amable dependiente salió sonriente a su encuentro, pero, cuando Javier se refirió a su ordenador, dejo de sonreír y le miro con cara entristecida.
"¿No se lo dijeron por teléfono?, Lamento decirle que su PC está descatalogado y no existen piezas de recambio en España. No obstante, hemos solicitado al fabricante que no envíe desde Hong Kong la pieza de repuesto y, con un poco de suerte, en un plazo de dos o tres meses, lo tendrá disponible ", dijo el dependiente, con voz compasiva.
Javier no podía creer en su mala suerte. Lleno de desesperación, se disponía a marcharse, cuando oyó una voz de trueno:
"Este es un programa de cámara oculta. Todo ha sido una broma. Gracias por su colaboración. Su ordenador está reparado y su coche se encuentra en el aparcamiento de este centro comercial. Su mujer nos ha ayudado para hacer posible este pequeño engaño."
Javier no pudo más. Se desplomó en el suelo y su viejo corazón dejó de latir. La broma le había resultado mortal.
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