http://www.youtube.com/watch?v=t-jcM4H9RoM
Esta es la historia de un sabado, de no importa que més,
y de un hombre sentado al piano, de no importa que viejo cafe.
Toma el vaso y le tiemblan las manos, apestando entre humo y sudor,
y se agarra a su copla de naufrago,
volviendo a su eterna canción.
ta rara rara, ta rara rara rara.
Toca otra vez viejo perdedor, hacés que me sienta bien,
es tan triste la noche,
que tu canción sabe a derrota y a miel.
Cada vez que el espejo de la pared, le devuelve más joven la piel,
se le encienden los ojos y su niñez viene a tocar junto a él.
Pero siempre hay borrachos con babas,
que le recuerdan quien fué, el más joven maestro de piano,
vencido por una mujer.
ta rara rara, ta rara rara rara.
Ella siempre temió hechar raices, que pudieran sus alas cortar,
y en la fabula metida, la vida se le iba y quiso sus fuerzas probar.
No lamenta que dé malos pasos, aunque nunca desea su mal,
pero a ratos con furia golpea el piano,
y hay algunos que le han visto llorar
ta rara rara, ta rara rara rara.
Toca otra vez viejo perdedor, haces que me sienta bien,
es tan triste la noche,
que tu canción sabe a derrota y a miel.
El microfono huele a cerveza y el calor se podría cortar,
solitarios oscuros, buscando pareja, apurandose un sabado más.
Hay un hombre aferrado a un piano,
la emoción empapada en alcohol,
y una voz que le dice, pareces cansado y aún no ha salido ni el sol.
ta rara rara, ta rara rara rara.
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